lunes, 26 de diciembre de 2016

FIN DE TEMPORADA, LIBROS ABIERTOS

De nuevo en la librería, en compañía de cítricos que dan sabor a un té de la tarde, retomamos esos encuentros nuestros que exploran la atracción y el misterio de lo humano y lo divino. Rodeados de libros, desde luego, de páginas que nos llaman y que no terminaremos de abrir y de pasar. Un premio discutido, un autor maldito, una novela perdida, una lectura que algún día emprenderemos, miles de libros que quisiéramos tener y leer, miles que ya tenemos y hemos leído.

La cosa empezó hace mucho tiempo en la barra de un bar, allá donde los clientes quemábamos las horas entre películas, libros y discos. Aprendimos que nada es definitivo y que los ríos acaban siempre en el mar. Seguimos en una sala, antes y después de una película, hablando de aquello de lo que nadie más hablaba. Más tarde en aquel pub de Turnpike Lane o en un paseo por Alexandra Park, entre lo que no encontrábamos y lo que nos despejó el camino. Y después aquí de nuevo, cuando nos venga bien para comprobar que seguimos siendo los mismos.

Oona y Salinger (Frederic Beigbeder)
La ley del menor (Ian McEwan)
Manual para mujeres de la limpieza (Lucia Berlin)
Las uvas de la ira (John Steinbeck)
33 revoluciones por minuto. Historia de la canción protesta (Dorian Lynskey)

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