martes, 13 de noviembre de 2018

EN LAS ENTRAÑAS DE LA MISERIA HUMANA: WALLRAFF Y MAAS

La investigación periodística y el reportaje en profundidad son géneros informativos que encuentran en la novela un vehículo para ganar dimensión y propagar su alcance. El periodismo, en primera o tercera persona, se funde con la literatura (Mailer, Capote, Carrere, Talese, cuatro autores que, sin mucho pensar, me vienen a la mente) para producir en muchas ocasiones ejemplares obras de divulgación y reflexión. Este año he leído algunas. Me quedo con dos de las que más me impactaron. Por haber cavado hacia el fondo de la miseria y villanía de los hombres y retratar la supervivencia de la decencia en un mundo de cloacas.

Cabeza de turco es la conversión del periodista alemán Günter Wallraff en el turco Ali. Durante unos años, en la década de los ochenta, se transformó, con peluca, lentillas y adelgazamiento, en un inmigrante para trabajar en los peores trabajos posibles que entonces (y ahora) Alemania ofrecía a los de su condición y procedencia. Explotado, humillado, ignorado y mal pagado, el autor/intérprete relató la hipocresía social, política, cultural y religiosa de la que fue víctima solo por ser quién era (quien en realidad no era). El escalofriante testimonio desnuda la maldad desalmada de quienes ostentan el poder y el capital.

El periodista y autor Peter Maas es el biógrafo de Frank Serpico, el policía honrado que se vio introducido en un cuerpo policial deshonrado y corrupto en Nueva York entre finales de los años sesenta y comienzos de los setenta. Serpico, a quien dio vida en el cine Al Pacino en una magnífico film de Sidney Lumet, detalló a Maas las prácticas indecentes de sus compañeros a lo largo de los años, con las que se ganó un rechazo y enemistad que casi acaban con su vida antes de retirarse y refugiarse en el anonimato. Un elemento extraño de honor y corrección en un mundo sucio que hoy aún no ha limpiado sus manchas.

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